viernes, 31 de octubre de 2008

VEGETARIANISMO...


El vegetarianismo, también conocido en ocasiones como vegetarismo,[1] es el régimen alimentario que tiene como principio la abstención de carne y pescado, y se basa en el consumo de cereales, legumbres, setas, frutas y vegetales. La persona que practica este tipo de dieta es conocida como vegetariana.

Dentro de la práctica vegetariana hay distintos tipos y grados. Las personas que no admiten ninguna ingesta de productos derivados de los animales (como el huevo o los lácteos) son denominadas vegetarianas estrictas o, en muchos casos, veganas, aunque el veganismo es más que una dieta. Aquellas que sí consumen huevos y leche se conocen como ovolactovegetarianas.

En este tipo de dieta, sí se acepta la cocción de los alimentos y el consumo de productos refinados (los más comunes son el azúcar y la harina) además de pastas blancas, frituras y alimentos en conserva o a los que se le han añadido colorantes y/o preservantes. Esto lo diferencia de otros tipos de dietas, como la macrobiótica y naturista.

Existen muchas variedades dentro de la dieta vegetariana. La siguiente tabla resume las principales:
LACTO VEGETARIANISMO: son los vegetarianos que no consumen carnes o huevos, pero sí consumen productos lácteos. La mayoría de vegetarianos de la India y aquellos provenientes del Mediterráneo (como los pitagóricos), son en efecto lacto vegetarianos.

OVO LACTO VEGETARIANISMO: los practicantes de esta corriente consumen huevos y productos lácteos, pero no carne ni peces. Esta es la variación más común en la Cultura Occidental.

OVO VEGETARINISMO: quienes practican esta tendencia son aquellos que no comen carnes o productos lácteos, pero sí huevos.

API VEGETARIANISMO: son quienes consumen miel. El prefijo api- también puede ser empleado en las demás definiciones, por ejemplo: api-ovo-lacto vegetarianismo, api-ovo vegetarianismo, api-lacto vegetarianismo.

VEGANISMO(del inglés vegan): los veganos se nutren exclusivamente de alimentos de origen vegetal, rechazando por tanto el consumo de huevos, lácteos y miel. Asimismo, evitan el uso de productos de origen animal en el resto de ámbitos de su vida, como el cuero, la lana, la lanolina, la seda... El motivo de ello es que todos estos productos implican la explotación de animales.

CRUDÍVOROS: son aquéllos que siguen una alimentación vegetariana en la que se consumen productos crudos, o ligeramente tibios, que no han sido calentados por encima de 46,7 °C (116 °F), y nunca cocidos. Los consumidores de productos crudos argumentan que el cocinar destruye las enzimas y/o porciones de los nutrientes, aunque algunos creen que el cuerpo asimila mejor ciertos alimentos si éstos se encuentran ligeramente tibios y por ende más blandos. Otros activan las enzimas de los alimentos mojándolos en agua antes de consumirlos. Algunos son frutarianos, y otros comen sólo comidas orgánicas.

VEGETALIANOS: es una corriente vegetariana muy estricta. Este tendencia propone alimentarse exclusivamente de vegetales. Así, la lista de alimentos prohibidos es bastante larga; está formada por los productos rechazados por el vegetarianismo ortodoxo más los no consumidos por los vegetalistas, como carnes, embutidos, aves, grasa animal, pescado, conservas, congelados, cereales blanqueados o refinados, bebidas industriales azucaradas, azúcar industrial, miel, quesos, huevos, etc.
Dentro de los vegetarianos, existen quienes admiten la ingesta de pescado pero no la de carne, o incluso quienes hace una excepción con alimentos muy concretos. No obstante, estas dietas no son consideradas vegetarianas por la mayoría, puesto que permiten el consumo, si bien reducido, de carne animal.


OTRAS TENDENCIAS RELACIONADAS

MACROVIÓTICA: sus adeptos dejan de emplear carne, alimentos procesados, azúcar, miel. En lugar de ello se consume una dieta equilibrada usando granos, vegetales, semillas y frutas. La sal de mesa es reemplazada por minerales de vegetales marinos y sal marina. Las especias son reemplazadas por derivados fermentados de granos.

GRANIVORIANOS: como su nombre indica, propugnan el consumo de alimentos en grano. Los granivorianos, como los vegetalistas, eliminan de su alimentación la carne y los productos de origen animal.

LACTO-CERELIANOS: esta tendencia generalmente puede realizarse dentro de prácticas específicas. Por ejemplo, un régimen practicado por los yoguis en la India, que no se ha impuesto en la práctica del yoga en Occidente, propone una alimentación basada principalmente en el uso de productos lácteos y de cereales. El objetivo es el mismo que el del vegetarianismo. La salud, el bienestar y la pureza, pero también la armonización entre el cuerpo y el espíritu.

FRUTARISMO O FRUGIVISMO: esta teoría es respaldada, entre otros, por Arthur Merrheim, que pretende volver a lo que considera la única alimentación natural, la del hombre prehistórico, que según él era vegetariano pero que ignoraba el consumo de las leguminosas y las verduras. Los frutos secos y la fruta fresca tienen una gran importancia: cada día habría que consumir más de 300 g de frutos secos y un kg de fruta fresca. Algunos frutarianos sólo consumen partes de la planta que hallan caídas de ésta, es decir, comen granos, tomates, pepinos, calabazas, pero no consumen patatas o espinacas.

ESTEINERIANOS: se les denomina también biodinámicos, por la biodinámica, ciencia elaborada por el doctor Rudolf Steiner, que se ocupa no solo de la calidad y de la cantidad del producto agrícola, sino sobre todo de regenerar el terreno empobrecido por cultivos continuos, lo que produce que los nutrientes de los alimentos que consumimos sean cada vez más pobres.

EUBIÓTICOS: el principio en el que se basa la eubiótica es el de ayudar a los mecanismos digestivos naturales del organismo, combinando correctamente los alimentos y evitando de manera particular asociar alimentos proteicos con carbohidratos. El ejemplo clave de la alimentación española: huevos y patatas.

SEMI VEGETARIANO O SEUDO VEGETARIANO: come menos carne que el común de la gente, y dice ser vegetariano pero no lo es.

PESCETARIANO: persona que no come carnes pero sí pescados, tampoco lleva una dieta vegetariana real.

HERBÍVORO: herbívoros son los individuos que se alimentan de vegetales, más en concreto de hierba. Los humanos que deciden llevar una dieta sin carne se denominan vegetarianos.

NO CARNÍVOROS: persona que no come carne. La mayoría de las definiciones no consideran el pescado, pollo o mariscos como carnes, y tampoco las grasas o aceites animales, excipientes o colorantes de origen animal, harinas de huesos, etc. como productos animales.

DIETA VEGETARIANA Y SALUD

Las dietas veganas y ovo-lacto-vegetarianas son apropiadas para todas las etapas del ciclo vital, incluyendo el embarazo y la lactancia. Las dietas veganas y ovo-lacto-vegetarianas adecuadamente planificadas satisfacen las necesidades nutritivas de los bebés, los niños y los adolescentes y promueven un crecimiento normal.

En el caso de los lactantes y niños, dadas las limitaciones nutricionales de estas dietas, se debe vigilar el aporte de energía y ciertos nutrientes (calcio y vitaminas D y B12).

Actualmente existe controversia en torno a los ácidos DHA y EPA, dos de los componentes de los ácidos grasos omega-3. Estos componentes existen en el pescado y en la carne, pero no se encuentran en productos de origen vegetal, salvo en determinadas algas,[5] y en el aceite de inca inchi o sacha inchi (Plukenetia volubilis L.), proveniente de Perú.[6] Éste tiene el mayor contenido de omega 3, en comparación a los aceites de todas las semillas oleaginosas utilizadas en el mundo, para consumo humano. El aceite de sacha inchi es una de las fuentes vegetales más grandes de omega, un ácido graso esencial para la vida del ser humano. Contiene omega 3 (48%), omega 6 (36%), omega 9 (9%), proteínas (33%) y antioxidantes (50%).

El organismo es capaz de sintetizar DHA a través de la conversión del ALA, otro ácido graso omega-3 más fácil de obtener en una dieta vegetariana, pues se encuentra en diversos alimentos (como el aceite de lino).

La cantidad diaria recomendada de DHA es de 220 mg diarios,[7] un nivel que no es alcanzado en la mayoría de países, ni siquiera por las personas que no son vegetarianas. Otra posibilidad es que el organismo puede funcionar con un nivel óptimo de omega-3 pero un nivel bajo de esta componente.[cita requerida] En cualquier caso, el número de estudios sobre esta cuestión es escaso como para extraer conclusiones definitivas.

Como solución para conseguir niveles recomendados de DHA en el marco de una dieta vegetariana se han recomendado dos posibilidades:

-Tomar suficiente cantidad de alimentos que contengan ALA, a la vez que se maximiza la conversión de ALA en DHA. Esto se consigue a través de una dieta nutricionalmente adecuada, bajos niveles de ácidos grasos trans y bajos niveles de ácidos omega-6.
-Consumir suplementos de DHA realizados con algas. Existen las siguientes marcas en el mercado: O-Mega-Zen3 y Vegan Omega-3 DHA.
Estos suplementos son especialmente recomendados para embarazadas, lactantes, bebés, ancianos, y personas con problemas neurólogicos y diabéticos.

Un nivel bajo de DHA se relaciona con deficiencia subclínica, que puede dar lugar a enfermedades cardiovasculares, desórdenes inflamatorios, enfermedades mentales y psiquiátricas y neurodesarrollo subóptimo. Por el contrario, un suplemento de DHA, estudiado en pruebas controladas aleatorias, muestra mejoría en el neurodesarrollo neonatal, salud cardiovascular y menor presión sanguínea al final de la vida.

En resumen, si el vegetarianismo es llevado de manera inadecuada, puede causar anemia y falencias de complejo B, hierro, calcio, proteínas, entre otros.

Si la dieta se lleva de manera correcta, consumiendo variedad de frutas, vegetales, legumbres, cereales, alimentos fortificados con B12, etc. Se puede llevar una dieta adecuada, y muy saludable.

Una dieta vegetariana ayuda a prevenir enfermedades coronarias, cardiovasculares, cancer de colon, ovarios, mamas, hígado, entre otros.

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